Vos decís que nada, nada es como antes,
que al final para qué diablos te quedaste,
que estoy peor que casi todo el mundo entero,
que es mejor quedarse con lo de febrero.
Mírame -tus ojos cristal brillando-,
beberé el whisky con un par de hielos,
no hablaré de cuando se cayó el cielo,
mientras vos estás juntando tus retratos.
Ponte un abrigo y deja todo y vámonos de aquí. Por la mañana verás las mariposas del jardín.
Rumbo al mar apoyás tu cara en el vidrio,
me decís "tu mundo me resulta ajeno"
-mientras yo guardo un cigarro entre mis dedos-
y al llegar, las luces sobre la autopista,
pienso que jamás te he perdido de vista,
yo jamás contigo he sido un extraño.
Ponte un abrigo y deja todo y vámonos de aquí. Por la mañana verás las mariposas del jardín.
Son las 6 y Lennon suena en la radio, hace que los dos nos quedemos callados; sonreís y saludás a un transeúnte,
un cartel, el puerto ya muestra sus buques.
Ponte un abrigo y deja todo que esto no es el fin.
Por la mañana verás los peces correr en el mar.
Hoy pelea De La Hoya en el televisor,
seguro que estás esperando
que noquee al retador.
Tengo los pómulos hinchados, luxado el maxilar, cansado de tu cross de izquierda y de tus uppercuts.