.
el museo de las distancias rotas
se quedaba con lo que me decías;
tú dejabas caer, con cuentagotas,
tu vida en la mía, tu vida en la mía.
.
un silencio que llegó de lejos
fue a ocupar mi corazón vacío
de la pena que se llevó flotando el río.
.
cada cual a merced de su corriente
y a merced de la gravedad el velo;
de pronto el tiempo quedó latente:
tu mano en mi pelo, tu mano en mi pelo.
.
y un silencio con tus mismos ojos
fue a ocupar mi corazón vacío
de la pena que se llevó flotando el río,
de la pena que se llevó flotando el río.
.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario